Estaban los frailes reunidos en el refectorio, comiendo en silencio, cuando uno de los padres toma una cucharada de sopa y se quema la lengua. Sin un "ay", comenta con el de al lado:
-Que digo, padre, que qué pocos vamos quedando ya en el monasterio.
El otro coge toma un sorbo y también se abrasa, por lo que le contesta:
-Y los pocos, mal unidos
Esta es una anécdota de esas que decía mi abuelo Andrés que podía ser verdad y no haber sucedido. Los que estuvimos cerca en las tertulias después de comer la hemos escuchado miles de veces y después la repetimos.
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Mis hijos en Valvanera 2010 |
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Luci, Ángeles, Olga, la abuela Lumi y el abuelo Andrés |
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Luci, M Sol, Tere, Pili, Lumi con Carlos, Javi, Raquel, Angeles, Olga Pili, Luis, Sonia y Nuria.
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Y tan poco unidos, jeje, me quiere sonar la historia pero no terminaba de acordarme, ...chulas las fotos
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