Donde más hambre recuerda pasar fue en Barcelona, al principio. Era muy joven y trabajaba mucho, y en la pensión no se estiraban .
Miraba verde de envidia cómo un compañero de trabajo llevaba todos los días un bocadillo con enormes filetes rebozados.Se le iban los ojos. Hasta que se enteró que eran rodajas de berenjena. El pobre andaba igual que él.
Otra vez, como no había otra cosa, se comieron una barra de pan cada uno sólo con mayonesa. Y en otra ocasión, fallo de principiantes, con mi tío Benja:
-Tú, ¿cuánto arroz vas a comer?
-Hombre, pues casi mejor me zampo dos platos y no me hace falta más.
Y pusieron a cocer cuatro platos de arroz hasta arriba. El arroz se sobró y sobró hasta tapar el suelo de la cocina.
Son cosas de juventud.
Luego ya no pasó tanta hambre, y con lo buena cocinera que es mi madre, pues dejó de ser delgado.
Además, en algunas ocasiones, le gusta mucho cocinar. Y lo hace muy bien.
Por cierto, me he dado cuenta que en muchas fotos de comida sale con mi tío Bartolo. No sé por qué será.
En la foto en blanco y negro que sale el papá comiendo una manzana, se ve la jineta disecada que teníamos.
ResponderEliminarQué cague daba!!